jueves, 1 de marzo de 2012

Bety "la fea" Sarlo y "el punto clave"

Impenitente, la ensayista Bety "la fea" Sarlo ha vuelto a la carga con su “causa Malvinas” y propone desmalvinizar el país y, de ser posible, la conciencia histórica de los argentinos.

En esta ocasión, el escenario es el diario español El País, el mismo donde Martín Caparrós -uno de sus compañeros de ruta desmalvinizadora- tiene el blog desde el cual despotrica cotidianamente -o casi- contra el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y, a veces, contra los propios argentinos.

Pero hablábamos de Bety "la fea" y de su artículo Fetichismo y ceguera en Argentina, en el que reivindica el documento pro-autodeterminación kelper (es decir, pro-británico) hecho público recientemente por un grupo de intelectuales que la tiene a ella a la cabeza junto con el ex diputado Fernando Iglesias (no se cague de risa estimado lector. Si Fernando Iglesias se quiere considerar intelectual, qué derecho tenemos nosotros a "pincharle el globo").

Como “todavía no se ha hecho una revisión pública” de aquella “pesadilla nacionalista” que representó la “aventura en el Atlántico sur” de Galtieri y cía., según nos anoticia, ella ha decidido hacerlo de motu proprio, aduciendo que “la invasión de las Malvinas quedó bajo una protección que indica la persistencia de un fetichismo nacionalista más fuerte que la condena a los actos de los terroristas de Estado”.

Un “fetichismo nacionalista” que, obviamente, endilga al gobierno argentino en igual medida que a los déspotas del pasado y, por qué no, al pueblo argentino que de conjunto apoya la recuperación pacífica de las islas usurpadas.

Y retorna al tema del documento, el mismo que sostiene el gobierno del Reino Unido (oh, ¿casualidad?): uno de los “puntos clave -del mencionado documento y de su posición, dice Sarlo- es que el destino de las islas incluye el de sus habitantes y que esas gentes deben ser respetadas, no solo en sus intereses (como declaman los Gobiernos desde Buenos Aires), sino también en un derecho de autodeterminación, que debe ser incorporado a la carpeta de la diplomacia argentina como tema de discusión inevitable”.

Vale la pena reiterarlo: el “punto clave” del conflicto, según Sarlo y su grupo y la diplomacia británica, es la autodeterminación.

En segunda instancia, la ensayista vuelve a poner de rodillas ante lo que cree un hecho consumado: no hay negociación posible, sostiene. “No existe negociación posible en una mesa donde, de antemano, los negociadores no están dispuestos a negociar absolutamente nada. Argentinos y británicos repiten que la soberanía es innegociable, como si de ella dependiera la identidad nacional de ambas naciones”.

¿Entonces? Sarlo busca que el gobierno y los argentinos adoptemos su misma posición: hincada ante el poder inglés. “En Argentina se cree que es posible dar vuelta hacia atrás a la historia. La experiencia europea enseña que la historia no vuelve atrás, que las fronteras han sido móviles y que, cuando se las considera trazadas por un compás de hierro, vienen guerras terribles”.

Así, para evitar que vengan esas “guerras terribles” hay que dejarse de joder con los reclamos y aceptar que las “fronteras europeas móviles” han llegado al Atlántico sur, hasta las Malvinas. Esta es, en fin, su postura de máxima: con las Malvinas ocupadas, Europa queda más cerca.

Para terminar, pinta en el diario español -europeo en este caso, o europeizante, cuando lo hace en La Nazión- un cuadro de situación argentina con el que pretende escandalizar a sus potenciales lectores europeos.

Si Bety "la fea" Sarlo es ensayista, ¿por qué mierda no ensaya un poco más, a ver si alguna vez le sale una bien?

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