domingo, 28 de agosto de 2016

El "círculo rojo" quiere que Roggio medie con Macri, preocupado por el rumbo del régimen fascista

LOS EMPRESARIOS MÁS PODEROSOS DEL PAÍS ESTÁN PEROCUPADOS POR EL RUMBO DE LA GESTIÓN DEL EX HIJASTRO DE FLAVIA PALMIERO.

No es un secreto que entre los principales empresarios del país, crece la preocupación por la economía que no termina de reactivarse y un régimen fascista al que si bien consideran bien orientado, no logra arrancar en serio.

Los empresarios creen que el régimen quedó atrapado en una lógica de denuncias mediáticas y golpes de efecto. "Es una locura que después de nueve meses las denuncias contra la corrupción sean el eje de un Gobierno de Macri, no era lo que esperábamos", afirmó un importante empresario que participa de las conversaciones.

Por eso, integrantes de este grupo llamado de manera despectiva por el círculo más cercano de Macri como "círculo rojo", le pidió a Aldo Roggio que haga de mediador con el ex hijastro de Flavia Palmiero para que tome conciencia de la inquietud que les genera la marcha global del régimen.

Los empresarios saben que Aldo, titular del holding constructor que creara su padre Benito, es uno de los pocos hombres de negocios a quien Macri escucha y respeta, aunque hayan tenido cortocircuito por las concesiones y obras que este grupo tiene en la ciudad de Buenos Aires. No es un secreto que el subnormal viene de tener cortocircuitos fuertes con empresarios líderes como Paolo Rocca de Techint, Jorge Brito del Macro y ahora con Eduardo Eurnekian de Aeropuertos 2000, a quien los vicejefes de Gabinete, Gustavo Lopetegui y Mario Quintana, presionan para sacarle la mitad de los aeropuertos que administra.

Los empresarios creen que el régimen necesita un ministro de Economía con poder que controle y tenga una mirada general de la evolución de la macro. "No hay nadie compensando variables, cada ministerio hace lo que quiere o puede y así salen las cosas", afirmó un experimentado operador financiero.

Prat el Gay es respetado, pero todo el mundo sabe que hoy está practicamente afuera del régimen, en una interna mortal con el jefe de Gabinete, Marcos Peña. Tampoco es un secreto que hace dos semanas le presentó su renuncia al infeliz hijo de puta porque, adujo, "no me siento cómodo".

El fiasco del tarifazo fue la expresión mas palmaria de la falta de coordinación del Gabinete y para los empresarios es la prueba palmaria que el sistema de balcanizar el Ministerio de Economía en una serie de carteras "coordinadas" desde la Jefatura de Gabinete, fracasó.

"Argentina no está sola, tenemos que competir con mercados hoy más estabilizados como Colombia, Perú, Chile y Uruguay", advierten los empresarios, quienes, por otro lado, le pidieron a Roggio que convenza al hijo bobo de Franco Macri de dejar de lado la estrategia de subirse al repiqueteo incesante de la revisión de la corrupción kirchnerista como eje que monopoliza la agenda pública. "Nadie va a invertir en un país que está en medio de un Mani Pulite, ahí tenemos el ejemplo de Brasil", advierten los hombres de negocios, que lamentan que el régimeno no ponga la misma energía en encarar las reformas que necesita el país.

La política del presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, también es cuestionada. "Hoy si pongo lo mismo que invierto en producir en la bicicleta financiera de las Lebacs y demás instrumentos, ganó más que produciendo", le dijo tajante un empresario importante a un ministro, mientras le mostraba los números de su empresa.

La crítica a Sturzenegger es que lo ven fascinado con sus políticas de laboratorio, jugando con la tasa como si el Banco Central fuera la Reserva Federal y apostando a un sistema de metas de inflación, que por ejemplo en Chile demandó muchos años para encarrilar la inflación, con el costo de enfriar la economía.

De hecho, el propio creador del sistema, el sueco Stefan Ingves, asesor e ídolo de Sturzenegger, explicó públicamente que su sistema requiere alrededor de diez años para ordenar un país con inflación alta.

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