lunes, 27 de febrero de 2017

Denuncian un negociado de la Casa de la Moneda a la medida de Ricoh y Kodak

LAS IMPRENTAS LOCALES DENUNCIAN QUE EL RÉGIMEN FASCISTA Y CORRUPTO LES QUIERE CEDER A DEDO LA IMPRESIÓN DE PADRONES.

El régimen fascista y corrupto se metió en otra polémica, tras la sospechosa elección de las empresas para imprimir los padrones de las elecciones legislativas de este año.

Esa faena correspondió históricamente al ministerio del Interior. Pero para no manchar su imagen de "transparente", el secretario de Asuntos Políticos e Institucionales del ministerio, Adrián "Pantriste" Pérez -ex ladero de la desquiciada Elisa Carrió-, se quiso desligar de la impresión de los padrones y transfirió esa competencia a La Casa de la Moneda.

La Casa de la Moneda es una sociedad del Estado que depende del ministerio de Hacienda y Finanzas. Cuando éste estuvo a cargo de Alfonso Prat el Gay, el ex ministro colocó allí a José Luis Lacoste, hermano de su amigo y mano derecha Pedro Lacoste.

Lacoste quedó como vicepresidente de la sociedad, un escalón por debajo del titular Marcelo Javier Pose, quien fuera director del Banco Ciudad en 2005, nombrado por el luego destituido jefe de gobierno Aníbal Ibarra.

Tras la caída de Ibarra, Pose tuvo un fugaz paso por la superintendencia de AFJP, bajo la órbita de Carlos Tomada y luego recaló, hasta diciembre de 2015, en el Banco de Tierra del Fuego de la mano de Fabiana Ríos.

Una vez al frente de La Casa de la Moneda, Pose y Lacoste, además de imprimir billetes, absorbieron el negocio de la impresión de los padrones, un negocio que históricamente los gobiernos repartían entre las imprentas argentinas.

Pero ahora esas imprentas denuncian que el régimen macrifascistao intenta favorecer a grandes empresas internacionales con un insólito requisito que deja fuera de competencia a las pequeñas imprentas.

Los funcionarios decidieron que la impresión de los padrones debe hacerse dentro de La Casa de la Moneda para, supuestamente, evitar gastos de traslado y para eso llamó a un concurso privado -evitó la licitación que hacían gobiernos anteriores- para montar una suerte de imprenta transitoria en la Casa de la Moneda, que debe desmontarse una vez imprimidos los padrones.

Solamente las empresas que fabrican impresoras pueden hacerse cargo de una logística semejante y tienen nombre: la japonesa Ricoh japonesa y las norteamericanas Xerox y Kodak.

No es casual que Pose y Lacoste hayan tenido 11 audiencias con los directivos de la empresa Kodak en tan sólo un año. Aunque el negocio, según revelaron fuentes del régimen, quedaría en manos de la japonesa Ricoh.

Las imprentas locales protestan porque con esta maniobra el régimen corrupto contribuye a acelerar la crisis del sector: en enero cayó el 7,3% la actividad en ese rubro, según datos del INDEC. Un ejemplo emblemático de esa crisis es el cierre de la planta AGR de Clarín.

No es la primera polémica que atraviesa el régimen relacionada a las legislativas de este año: el Ministro de Modernización Andrés Ibarra fue imputado a raíz de una denuncia que lo acusa de acordar con Corea del Sur la compra de las máquinas para el voto electrónico, aún antes de que el Congreso congelara ese tema en el Senado.

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