lunes, 27 de febrero de 2017

Preocupa la muerte de 22 ex combatientes de Malvinas en lo que va de este año

ESA ES LA CIFRA QUE ALCANZARON LOS EX CONSCRIPTOS MUERTOS EN MENOS DE DOS MESES, YA SEA POR UN PARO CARDÍACO REPENTINO, UN ACV, CÁNCER O INCLUSO EL SUICIDIO, DECISIÓN QUE TAMBIÉN TOMÓ EN LOS ÚLTIMOS DÍAS EL HIJO DE UN VETERANO.

Ex combatientes de Malvinas advirtieron que en lo que va del año se produjeron 22 muertes de ex soldados y alertan que, de mantenerse esta proyección, la cifra superaría cómodamente los 100 en diciembre, motivo por el que responsabilizaron al régimen fascista de Mugrizio Macri ante la falta de cumplimiento de la ley que establece que se realicen chequeos médicos y se brinde contención psicológica a aquellos que participaron del conflicto bélico en 1982.

Si bien no hay estadísticas oficiales sobre el fallecimiento de los veteranos, se estima que fueron más los que se suicidaron como consecuencia del estrés postraumático que los que murieron durante el combate en las islas (un total de 326, sin contar el hundimiento del crucero ARA General Belgrano).

Este fue el caso de Adrián Verón, quien el pasado 31 de marzo decidió quitarse la vida, presuntamente sumido en una fuerte depresión, producto del flagelo que siguen padeciendo aquellos que se vieron involucrados en la guerra.

El de Verón no es el único caso, pero pega más fuerte en los ex combatientes porque era además presidente del Centro de Veteranos de Guerra “Paiubre” de Corrientes, es decir que, tal como manifestó Gustavo Pirich, presidente de la Asociación Combatientes de Malvinas por los Derechos Humanos (ACOMADEH), “no se trataba de un ex conscripto que vivía alejado de todo, como ocurre muchas veces”.

Tampoco fue el único suicidio vinculado a Malvinas en los últimos meses, ya que algo similar ocurrió hace unos días con el hijo de un veterano en Berazategui. Y es que las secuelas de Malvinas no se quedaron en los soldados, sino que todavía se propagan a través de sus hijos, alcanzando una segunda generación de suicidios.

Esa muerte sería la 23ª del año vinculada a la guerra. En total, dos personas se quitaron la vida y el resto ocurrió por causas naturales como un paro cardíaco repentino, un ACV o cáncer. Sin embargo, para Pirich, muchas de ellas también son consecuencias de lo vivido en las islas, con actividades vinculadas a la autodestrucción.

Al respecto, acotó que “uno siempre está en el límite, por ejemplo una persona que va a 200 kilómetros por hora y ve una curva, pero no dobla, o los compañeros que tienen hipertensión y diabetes, que es un combo explosivo, pero siguen comiendo y bebiendo, el cáncer nos está diezmando, y creo que también tiene que ver con lo que uno se guarda, con la falta de contención, que sale por otro lado”.

“Es un proceso de autodestrucción, de implosión. No es que vuelven de la guerra y quieren terminar con el otro, como pasa en otros lados, sino que buscan terminar con ellos mismos”, explicó sobre el accionar de los ex conscriptos.

Las dificultades para construir una estadística oficial surgen de que, tal vez por vergüenza o dolor, “a veces los familiares le escapan al tema, no quieren decir que la persona se suicidó”., explicó Pirich, quien si bien aclaró que “no hay un número cierto”, recordó que “en 2012 (la ex presidenta) Cristina Fernández de Kirchner dio 439 como un número de referencia y para nosotros debe andar por ahí e incluso podrían ser más"

“En este 2017 ya van 23, y no van ni dos meses completos. De continuar así, con esta progresión, llegaríamos a casi 170 muertos en todo el año. Esa cifra nos pone en alerta por lo que fue el 2014, cuando se contabilizaron 31 en todo el año”, remarcó.

Sobre el caso particular de Verón, el titular de ACOMADEH resaltó que “no se trataba de un ex conscripto que vivía en una zona rural alejado de todo, como otros suicidios. Él era un militante, presidente de un centro de ex combatientes que participaba de marchas, lo conocíamos”.

"Por eso, lo sentimos como que esa bala pasa cerca. Él se preocupaba tanto de la gente que estaba desprovista de contención y pasa esto. Es como que te puede tocar a vos en cualquier momento”, añadió.

Para Pirich, la contención es clave para evitar la propagación de enfermedades, por lo que consideró que “el gran problema se da con los compañeros que no van al psicólogo o no se hacen chequeos”.

“La dificultad de expresar los sentimientos es una de las características del estrés postraumático. Algunos hemos logrado revertir esto y en muchos casos te salva. Hay mucha importancia del cerebro, de los sentimientos y la expresión en la propagación de las enfermedades. Lo que se reprime hace que las cosas que no salen por la boca salgan por otro lado”, detalló. 

En ese sentido, el ex combatiente valoró que “la familia es uno de los mayores factores de contención”, aunque también es importante el hecho de juntarse con otros ex conscriptos. “Los ex compañeros de las islas se acuerdan de las cosas que contás, tenemos como un código distinto que hace que nos podamos tratar mutuamente. Y saber que le pasa a uno cuando dice algo. Se abren más”, expresó.

Por último, en relación a la administración de la alianza de derecha Cambiemos, el ex combatiente expresó que “consideramos que se está profundizando el proceso de desmalvinización. Mínimamente se había logrado que el gobierno ponga las Malvinas en un billete. Ahora, en las últimas negociaciones están cambiando el petróleo por la soberanía. Eso nos afecta muchísimo más que a cualquier persona, porque hemos puesto el pecho a las balas, hemos llevado nuestros muertos”

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